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Magia de la lectura

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Reflexionamos sobre los soportes en papel y los digitales 3er Año "C"






Eco y la cerrada defensa del papel 
El semiólogo y novelista italiano presenta en Madrid su nueva obra, un alegato argumentado a favor del libro
Umberto Eco acaba de publicar un libro en Italia con el significativo título de No esperéis libraros de los libros y este martes, en Madrid, defendió la pervivencia del papel frente a los soportes digitales. Pero el reputado semiólogo y popular novelista no apoya el invento de Gutenberg por razones nostálgicas, sino por variados argumentos que desgrana en el citado libro que ha surgido como fruto de un debate con el cineasta francés Jean Claude Carriere. "Desde luego", comentó Eco en una multitudinaria conferencia de prensa, "si tuviera que dejar un mensaje de futuro para la Humanidad, lo haría en un libro en papel y no en un disquete electrónico. Esta mañana he visitado la Biblioteca Nacional y he visto libros que tienen 500 años de antigüedad y si considero los manuscritos he visto algunos ejemplares escritos hace 1.000 años. Ahora bien, no sabemos cuánto puede durar un disquete de ordenador. Los llamados discos flexibles han muerto antes de agotar su capacidad de almacenamiento de datos. En cualquier caso, hemos escrito un libro de 350 páginas para argumentar la larga vida que aguarda al libro en papel".
"El libro electrónico", afirmó, "no sustituirá a los libros en papel, pero es probable que los soportes digitales releven a los diarios. Está claro que los periódicos ya sufrieron una crisis con la irrupción masiva de las televisiones. A partir de ese momento los informativos de televisión ofrecen las noticias en forma de telegrama, mientras el diario del día siguiente proporciona los temas con la extensión de una carta. Una de las alternativas que se abren para los diarios pasa profundizar en las noticias y generar un debate sobre ellas. Hegel dijo que la lectura de los diarios por la mañana eran el rezo matutino del hombre moderno, pero no sé si mi nieto querrá rezar de esa manera".
Ante la disyuntiva, hay una sola opción: o el libro sigue siendo el soporte para la lectura o se inventará algo que se parecerá a lo que el libro nunca ha dejado de ser, incluso antes de la invención de la imprenta. Las variaciones en torno al objeto libro no han modificado su función, ni su sintaxis, desde hace más de quinientos años. El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez que se ha inventado, no se puede hacer nada mejor. No se puede hacer una cuchara que sea mejor que la cuchara. Hay diseñadores que intentan mejorar, por ejemplo, el sacacorchos, con resultados muy modestos: la mayoría de ellos no funciona. Philippe Starck intentó mejorar el exprimidor, pero su modelo (para salvaguardar una determinada pureza estética) deja pasar las semillas. El libro ha superado sus pruebas y no se ve cómo podríamos hacer nada mejor para desempeñar esa misma función. Quizá evolucionen su componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel. Pero seguirá siendo lo que es.
Los soportes digitales y en papel nos muestran un panorama prometedor y decepcionante al mismo tiempo según palabras de Eco. ¿Vos que opinás? Escribí tu comentario recuperando las lecturas y tu experiencia...¿Quién empieza?



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