Cumplir un Sueño

Cumplir un Sueño

   Desde chica, solo me gustaba bailar, me paraba frente al espejo  y bailaba. Fui creciendo con la meta de ser una gran bailarina, y tuve la suerte de que mis papás siempre me acompañaron en esto.

  Empecé danza española, siendo muy chiquita, con esa ropa y esos peinados estructurados que me enseñaron que lo más importante de una bailarina es la prolijidad y no es el vestuario, sino la actitud, seguí con danza libre, mucho más extravagante, más colorido y hasta más alegre donde la gran parte de mis conocimientos los aprendí ahí. Desde esa edad no hubo un año, desde los cinco, que haya dejado de hacerlo.

  Con mi pasión, logré que mi papá bailara para mi cumpleaños de 15, lo lleve a cada ensayo, y le puso las mismas ganas que yo para que ese día se cumpliera mi sueño y saliera todo a la perfección.

  Con los años me dí cuenta que lo que yo realmente deseaba era ser Bailarina Clásica y hoy con 16 años, no me importa el cansancio, el sueño, el frío, el calor, mi estado de ánimo, yo todos los días estoy firme para ensayar y dar lo mejor de mi en cada una de las clases, para poder aprender un poco más todos los días.

  No se si voy a vivir de esto, pero se que jamás voy a dejar de bailar ni de sentir la danza como parte de mi vida.

 Todo esfuerzo tiene su recompensa.

Para darle un cierre a éste texto decidí que quien mejor lo haría sería mi mamá diciendo: 

 - Cuando tenía solo 3 meses escuchaba música y bailaba. En ese momento entendí que su mayor pasión era el baile. Cuando fué creciendo la acompañé  a cada clase, a cada ensayo, a cada presentación. Y hoy mi gran orgullo, es ver la luz que sale de sus ojos cuando sube a un esenario. Se lo que quieras ser, de eso se trata.

                                    Agustina Massi  
                                    3ºB