El phubbing: somos una generación de idiotas, con teléfonos inteligentes y gente tonta.

El termino phubbing es originario de Australia y proviene de las palabras ‘teléfono’ y ‘desperdiciar’, se empezó a usar paralelo al ‘boom’ de los smartphones en el año 2007. Se utiliza para definir la acción de una persona o un grupo de las mismas que utilizan el móvil o cualquier otro dispositivo tecnológico para ignorar (consiente o inconscientemente) el entorno.

Esta problemática se inicia a muy corta edad, los niños hoy en día nacen en un mundo donde la tecnología es algo habitual, ven a sus padres, hermanos, tíos, primos, etc, comunicándose a través de chats, mensajes, notas de voz, en lugar de hacerlo cara a cara. Lo que hace que este comportamiento resulte algo ‘normal’ para ellos, quieren seguir el comportamiento de sus pares, sin saber las consecuencias que esto acarrea.

Las consecuencias de este comportamiento ‘habitual’ van desde el aislamiento, gasto incontrolado y la depresión hasta la ansiedad,  aunque parezca que solo afecta a niños y adolescentes es cada vez más frecuente entre las personas mayores de 50 años.

“ Las redes sociales y el chat permiten a personas tímidas relacionarse más fácilmente, ya que pueden mentir sobre sí mismos y vencer su miedo a conocer gente nueva. El tratamiento que mejor funciona para estas adicciones es alejarse por completo de aquello que provoca adicción, aunque en el caso de las nuevas tecnologías puede resultar más difícil de conseguir, ya que continuamente son necesarias casi para cualquier cosa por ejemplo en el trabajo o para comunicarse”

Para reflexionar sobre nuestro comportamiento en frente a estas nuevas tecnologías, y como las mismas pueden afectar nuestra vida como seres sociales vamos a analizar el siguiente vídeo realizado por escritor británico Gary Turk.

En este vídeo, su creador, reflexiona sobre el uso de la tecnología en estos días, y como un ser social, como es el ser humano, que para las ciencias necesita de otros para estar completo y desarrollar al máximo sus capacidades se ha convertido poco a poco en un ser antisocial.

Critica nuestra ‘esclavitud’ hacia la tecnología que dominamos, y como este dispositivo de ilusión se puede volver lo más preciado que tenemos, además expresa que antes los niños jamás estaban en casa, ya que se encontraban jugando afuera, dándole un buen uso a las zapatillas y usando las rodillas de escudo contra caídas, en cambio hoy en día las plazas están vacías, y los niños están dentro, cada uno con su tecnología.

Ya nadie se mira a los ojos para hablar, si no que lo hacen a través de sus celulares, computadoras y demás dispositivos, y es tal en mundo cibernético que se creo que aunque parezca real, nadie está realmente allí.

Hace una crítica hacia la paternidad en estos días, planteando la interrogante ¿Cómo alguien puede considerarse el mejor padre del mundo si no puede entretener a su hijo sin un IPad?

Cierra el vídeo con una historia de amor, que surgió por dejar de lado, aunque fuera por un momento, el teléfono y levantar la vista, una historia conmovedora que nos invita a reflexionar sobre las oportunidades, momentos y tiempo que perdemos gracias a la obsesión que generan las nuevas tecnologías.

“Así que levanta la vista de tu teléfono, apaga la pantalla, tenemos una existencia finita, un número de días contados, no malgastes tu vida siendo atrapado en la red”

Y vos, ¿Estás dispuesto a vivir tu vida, o dejaras que la tecnología lo haga por ti?

Zara Garrido Muñoz y Giovana Iuorno   3°'B'